Casa de altos, como se decía entonces, construida en la segunda mitad del Siglo XIX. Destaca la torre mirador con cúpula recubierta de mayólicas, que remata en una veleta. En sus orígenes la planta baja fue destinada a casino y sala de juegos, almacén, corralón y dormitorios.

La gente de “ropa larga” que usaba levita y galera, llegaban en carrozas y berlinas para animar las tertulias que ofrecía la familia Lamarque, antigua propietaria de este lugar.

Ideal para:
Visitar durante paseos al aire libre
Visitar con chicos
Visitar en días de lluvia